Los queremos profes ¡de verdad!

Y queremos que sean los mejores

Ellos sí son parte de la PEA , y valen más que muchos productos brutos internos.
¡Yo lo sé, no a todos nos caen tan bien, admítelo!!!, que ya no te juzga, ya se queda cada quien mide con la vara que le provoca y por eso todas las razones me parecerán válidas, te lo juro. ¿Te asfixian de tareas que no te permiten salir de fiesta el fin de semana? Suele ocurrir.¿No te dejan sacar tu celular juerguero en clase y eso se te hace intolerable? Sí pues, aguanta no más. ¿Te resulta incómoda su metodología? Buen punto. ¿O, por el contrario, te cansa esperar el momento más oportuno para escuchar su eterno “¡Examen!”, tienes razón, a quién no? ¿Simplemente te baja la moral enterarte de que cada día que pasas en el cole te vas dando cuenta que no sabes nada? No tengo objeción alguna.
Pero oye no seas tan maquiavélica, ni tan pesimista, you know, ese es su work.
La paradoja es que más hombres y mujeres deciden convertirse en Maestros, convencidos de que como sugiere cierto discurso oficial y mediático, ellos son una garantía para que la nueva generación no esté infestada de delincuentes, psicópatas y bailarines de perreo ¡osea, sigan haciendo lo que hacen, chamba es chamba, ni más ni menos!
Y pucha viendo bien no está tan mal como parece.
Ya dejemos los pucheros a un lado y mejor vamos agradeciéndoles por soportar nuestra presencia unos 255 días del año. Vamos 200 sí se puede.

Reportera escolar: Kimberly Lozada
IE Santa Teresa de la Inmaculada